Jesucristo es la Roca de las edades, la roca de nuestra
salvación y la Roca que cuando hirió a luz un manantial de agua viva
para saciar la sed de todos los hombres que creen en Él.
El agua de la vida que Jesús nos ha dado a nosotros quebrantará adelante
en manantiales de agua viva que nos causan a rebosar de amor, alegría y
paz.
Esta fuente viva es el Espíritu del Dios Altísimo que nos enseña todas
las cosas y nos guía en los caminos de la justicia y la verdad.
La justicia, porque Él nos enseña abundar en el amor, la alegría y la paz.
La verdad, porque:
Él enseña la sabiduría y el entendimiento,
Él nos hace recordar las palabras de Jesucristo
y Él nos permite hacer y obedecerlas.
Jesucristo es la Roca de la Eternidad.